COMERCIO INTERNACIONA Y GESTION ADUANERA                  UDF
ESTRUCTURA ECONOMICA INTERNACIONAL                           CDMX
JHONATAN CALIXTO TORIBIO 101

UNIDAD DOS. EL COMERCIO INTERNACIONAL Y SUS TEORÍAS

2.1 Tesis mercantilista del comercio
Los mercantilistas se preocuparon siempre por la acumulación de grandes cantidades de metales preciosos amonedados: oro y plata fundamentalmente. La oferta de ambos metales preciosos era relativamente fija, por lo que los mercantilistas pensaban que una nación podía aumentar sus existencias de oro y de plata a expensas de otra. Por tanto, para los mercantilistas las exportaciones eran buenas, puesto que permitían el ingreso de metales preciosos al país; en tanto que las importaciones las consideraban como nocivas, porque generaban la salida de oro y de plata de las fronteras nacionales. Consecuentes con esos principios, los autores mercantilistas abogaban por una política comercial proteccionista: fomentar las exportaciones a través de subsidios, y restringir las importaciones a través de altos aranceles a las mismas. De esa manera, se generaría un superávit comercial y la consecuente acumulación de metales preciosos al interior del país que pusiera en práctica tal política comercial. El proteccionismo permitía ganar a unos países lo que otros perdían: un juego de suma cero en todo su esplendor.
Los mercantilistas eran fundamentalmente comerciantes, por lo que les convenía que la actividad comercial estuviera siempre en auge: altas ventas les permitirían altas ganancias. Por tanto, mientras más exportara el país, más dinero en oro y plata entraría a la nación; más circulante en la economía, propiciaría más ventas para los comerciantes y, por tanto, mayores beneficios o ganancias. Los mercantilistas, por tanto, anteponían sus propios intereses comerciales a los intereses de la nación en su conjunto. La política comercial internacional de esta época estaba lejos de ser armoniosa.

La incidencia de las exportaciones en las ventas y en las ganancias de los “comerciantes mercantilistas”
Los mercantilistas no establecieron distinción alguna entre riqueza (definida como el inventario de bienes durables y de consumo más el inventario de recursos naturales y habilidades humanas) y atesoramiento. Al no establecer tal distinción, los mercantilistas concluyeron que una nación podría ser poderosa solamente en la medida en que acumulara grandes cantidades de metales preciosos. La idea no era absurda. Los Estados mercantilistas requerían de grandes sumas de metales preciosos para financiar grandes armadas y flotas navales en sus actividades en épocas de guerra y de paz.
No podemos pasar por alto el hecho de que un superávit en balanza comercial estimula el producto y el empleo nacional

Contexto histórico, aspectos y objetivos de los Estados mercantilistas de la Europa occidental

2.2 Ventaja absoluta.
La teoría de la ventaja absoluta planteada por Adam Smith1 destaca la importancia del libre comercio para que la riqueza de las naciones se incremente, basándose en el ejemplo de que ningún jefe de familia trataría de producir en casa un bien que incurriera en un costo mayor que comprarlo. Si se aplicara este ejemplo concretamente a un país extranjero "A", se llegaría a la conclusión de que"A" podría proveer a otro país "B" de un bien más barato de lo que el país "B" pudiera producirlo. De esta manera se puede definir a la ventaja absoluta como la capacidad de producir un bien a un costo absolutamente menor medido en términos de unidades de trabajo.
Adam Smith2 aclara su teoría por medio de un ejemplo sencillo, considerando a dos países, Estados Unidos e Inglaterra, los cuales están dotados de trabajo homogéneo y dedicados a la producción de dos bienes que son alimentos y tela. Para el caso de Estados Unidos se parte del supuesto de que se requiere de ocho unidades de trabajo para producir una unidad de alimento, y de cuatro unidades de trabajo por cada unidad de tela que se produzca.

Para el caso de Inglaterra, necesita de diez unidades de trabajo por cada unidad de alimento y dos unidades de trabajo por cada unidad de tela que se produzca. De esta manera se hace notorio que Estados Unidos es más eficiente en la producción de alimentos, mientras que Inglaterra lo es en la producción de telas; dicho en otras palabras, Estados Unidos tiene una ventaja absoluta en la producción de alimentos e Inglaterra la tiene en la producción de tela. De esta manera Adam Smith3 afirma que el comercio internacional entre ambos países es rentable, ya que una ventaja absoluta implica necesariamente una especialización en aquel bien en el que se tenga mayor eficiencia, dando como resultado un aumento en la producción mundial de todos los bienes.

A pesar del planteamiento tan claro que hace esta teoría, hoy en día mucha gente considera que los exportadores deben tener una ventaja absoluta sobre sus competidores extranjeros, y aunque hasta cierto punto es cierto, esta teoría llega a ser superficial y engañosa. Si el comercio se basara en esta teoría se llegaría a la absurda conclusión de que Estados Unidos debería producir tanto tela como alimentos, e Inglaterra por su parte no debería producir nada; cosa que solo tendría sentido si existiera libre movilidad del trabajo de un país a otro, pero esto no es posible por lo menos en la actualidad, por lo que se puede afirmar que la rentabilidad del comercio internacional no depende de una ventaja absoluta, sino mas bien de una ventaja competitiva.

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